No necesitas cambiar para encajar en un molde roto
La película que no solo incomoda… expone
“La Sustancia” no es solo una película, es un golpe visual.
Una crítica incómoda que te confronta aunque intentes evitarla.
Gente saliéndose de las salas, no porque la trama sea mala, sino porque duele.
Porque muestra esa obsesión silenciosa que muchos hemos vivido:
vernos “mejor”, como sea.
Las escenas son gráficamente fuertes, incluso innecesarias en su crudeza.
Pero… ¿no es así también la realidad?
Cruel. Exigente. Despiadada.
¿Hasta dónde llega el precio de “encajar”?
Vivimos en una sociedad obsesionada con el “cómo te ves”.
Si no tienes el cuerpo correcto, la piel correcta, la talla correcta, entonces pareciera que no vales igual.
Nos venden la idea de que envejecer es un defecto, que si no entras en el molde… estás roto.
Y cuando no encajas, ¿qué haces?
Te adaptas.
Te cambias.
Te rompes.
Todo para pertenecer a un molde que ya está roto de origen.
La película como espejo
“La Sustancia”, con Demi Moore y Margaret Qualley, no es cómoda de ver.
Y por eso golpea tan fuerte.
Porque no es solo una historia, es la realidad de muchas personas.
Yo me vi ahí.
Me llevó a los 14 años, tercero de secundaria.
Una mirada, un comentario, y mi TCA comenzó.
¿Qué es realmente un TCA?
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria no son “problemas con la comida”.
Son batallas con tu mente.
Con tu cuerpo.
Con tus emociones.
No se trata de una dieta que se salió de control.
Se trata de:
- Heridas emocionales.
- Una guerra interna.
- Un vacío que nadie ve.
Y lo más fuerte no es lo que pasa en el cuerpo, es lo que pasa en tu cabeza.
El enemigo no son las calorías, es esa voz que te repite: “no eres suficiente.”
Lo que nadie dice sobre los TCA
- La anorexia no siempre es miedo a la comida; a veces es miedo a no ser aceptad@.
- La bulimia no es solo comer y vomitar; es un intento desesperado por llenar un vacío… y después deshacerte de él.
- El odio al espejo no es sobre el reflejo… es sobre lo que esperas ser y no cumples.
Los TCA no son sobre lo que comes, son sobre lo que no te permites sentir.
El molde nunca fue para ti
Lo entendí con dolor.
Con recaídas.
Con lágrimas.
Ese molde no fue hecho para nadie.
Es inhumano, artificial e inalcanzable.
No viniste al mundo para encajar, viniste a existir.
Y la existencia no se mide en tallas, ni en likes, ni en validación externa, se mide en paz.
Lo que realmente duele
No es la comida.
No es el cuerpo.
Es la voz interna que repite:
“No eres suficiente.”
Eso es lo que se tiene que sanar.
¿Cómo se sana?
No con:
- filtros
- dietas extremas
- cirugías
- validación externa
Se sana con aceptación.
Aceptar que no necesitas gustarte todo el tiempo para cuidarte.
Aceptar que puedes no amar todo de ti y aun así respetarte.
Aceptar que mereces tratarte bien aunque no te guste lo que ves ese día.
Eso es amor propio de verdad.
Si estás luchando… escucha esto
No necesitas cambiar tu cuerpo para encajar en un molde roto.
Tu cuerpo no es tu enemigo.
La comida no es tu enemiga.
Tú no eres tu enemig@.
Lo que hay que destruir es esa idea absurda de que solo vales si encajas.
Al final…
“La Sustancia” no es solo una película.
Es una alerta.
Un espejo.
Una llamada incómoda al despertar.
