Botón Chat Mariposa

Habla conmigo :)

Las personas notan cuando cambiamos, pero lo que no notan es lo que nos hizo cambiar

¿Alguna vez alguien te ha dicho “cambiaste”?

Como si fuera una ofensa.
Como si evolucionar estuviera mal.
Como si ser la misma persona toda la vida fuera un logro.

Hoy quiero hablar de eso: de lo que pasa cuando empezamos a cambiar y hay personas que no lo soportan.

Porque sí… cambiar duele, a veces hasta incómoda, pero también molesta a los demás. ¿Por qué?
Porque cuando dejas de ser como esperaban que fueras, dejas de cumplir con lo que ellos necesitan.

Y ahí es cuando llega el típico comentario disfrazado de preocupación:

— “Ya no eres el mismo.”

Spoiler: no, no somos los mismos. Y no deberíamos serlo.

La vida está hecha para cambiar, crecer, aprender, equivocarse y seguir.
Pero hay personas que se quedan tan atrapadas en la versión antigua de uno que, cuando evolucionas, les cuesta aceptarlo.

Los cambios tienen razones

Los cambios no llegan porque sí. Llegan porque algo dentro de ti ya no encaja con lo de afuera. Porque algo te sacudió. Porque algo se rompió o se despertó. Porque por fin te diste cuenta de que podías más.

Y sí, puede que algunos se molesten porque dejaste de actuar como ellos querían.

Pero también puede que tú mismo te confundas. Porque cambiar asusta. Da miedo. Es como soltar una cuerda sin saber si habrá otra más adelante. Pero créeme, siempre hay.

La ilusión de la estabilidad

El problema está en que estamos muy acostumbrados a idealizar la estabilidad, a pensar que quedarnos donde estamos es seguro.

Pero la seguridad también puede ser jaula.
Y no sé tú, pero yo prefiero volar incómoda que vivir tranquila en una cárcel invisible.

Lo más loco es que a veces ni te das cuenta que cambiaste hasta que te enfrentas a gente o lugares que ya no se sienten igual. Que ya no vibran contigo.
Y ahí te das cuenta de que ya no hay conexión, ya no hay tema, ya no hay nada.

Y no es malo. Solo es evolución.

SCNHM-BLOG IMANGEN3

Si duele, está bien

¿Te duele haber cambiado? Está bien.
¿Te da miedo? También está bien.

Pero no te frenes. Porque quedarte quieto solo para no incomodar a los demás es una forma silenciosa de traicionarte.

Y no digo que todo cambio sea bueno. Hay que pensar bien las decisiones. No actuar por impulso, no romper todo por desesperación.

Pero si algo dentro de ti ya no se siente en paz donde estás, escúchate. Analiza. Y si sabes que necesitas moverte: muévete.

  • ¿Te da miedo? Hazlo con miedo.
  • ¿Sientes culpa por dejar atrás a alguien? También está bien sentirlo, pero no por eso te detengas.

     

Recuerda: Quien te quiere de verdad, no va a querer que te quedes pequeño o pequeña.

Ya no eres el mismo

Así que sí: ya no eres el mismo y qué bonito que no lo seas.

Porque si seguimos siendo los mismos de siempre, algo estamos haciendo mal.

Los cambios nos llevan a reconocernos, a soltar lo que pesa, a descubrir lo que sí queremos. Nos enseñan que ya no queremos lo mismo de antes, que merecemos más, y que no hay necesidad de quedarnos donde no florecemos.

Y si cambiar significa perder personas, lugares o cosas… que se pierdan.
Porque lo que es real, lo que es para ti, evoluciona contigo. Lo demás, que se quede atrás.

Atrévete a cambiar

Si estás pensando en dar ese paso, hacer ese cambio, tomar esa decisión que llevas tiempo postergando…

Hazlo.
Hazlo por ti.
Hazlo aunque tiemble todo.
Hazlo aunque no te entiendan.
Hazlo aunque algunos digan “ya no eres el mismo”.

Porque si cambiar te está acercando a la persona que quieres ser, entonces vas por el camino correcto.

Y recuerda esto:

No sobrevive el más fuerte, ni el más listo. Sobrevive quién sabe adaptarse. Quien se atreve a cambiar.

Así que…
Bienvenido o bienvenida a tu nueva versión.

Y si nadie más la aplaude, yo sí.

3-Sin Cambios No Hay MariposasBlog 3- Epi 4_5_

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *