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El corazón roto es una experiencia complicada pero con alto beneficio

El dolor

Tener el corazón roto no es solo un cliché romántico, es real. Y duele más de lo que uno se atreve a admitir. Es como si el pecho se comprimiera con un dolor invisible pero constante, como si algo pesara en el alma. Es estar rodeado de gente pero sentirse completamente solo. Es ir por la vida con una herida abierta que nadie ve, pero tú sientes todo el tiempo.

Un corazón roto te cambia. Te vuelve más callado, más inseguro, más desconfiado. Te deja preguntas que no tienen respuesta: ¿Por qué me mintió? ¿Por qué dejó de amarme? ¿Por qué con alguien más sí, y conmigo no? ¿Qué me faltó? ¿Qué hice mal?

Y aunque parezca que nadie entiende ese dolor, la verdad es que todos, en algún momento, lo han sentido. Porque el amor no siempre es justo. Y el final tampoco.

Cómo empieza la herida

Todo comienza cuando te das cuenta de que la persona que amas ya no te elige. Cuando notas que no le duele perderte, que te miente sin culpa, que te decepciona sin mirar atrás. Ahí nace la herida: en esa mezcla de amor y desilusión, de entrega y abandono. Es una caída lenta. Y cuando tocas fondo, sientes que nada vuelve a tener sentido.

Pero, aunque no lo parezca al principio, ese dolor también tiene una fecha de caducidad.

El proceso

Tener el corazón roto no se “supera” como una gripe. No hay medicina mágica. Hay días buenos y días donde todo vuelve a doler. A veces parece que estás sanando, y otras veces sientes que regresaste al punto de partida. Y está bien, porque así funciona el duelo.

El llanto se vuelve parte de la rutina. La cabeza no deja de pensar. La mente repite lo que pasó como si intentara encontrar algo que cambie el final… pero no lo hay. Solo queda aceptar. Aceptar que esa persona no era lo que creías. Aceptar que la historia terminó. Aceptar que no todo lo que duele vale la pena conservarlo.

Y llega un punto en el que ya no se trata de la persona que te rompió, sino de ti. De dejar de buscarle, de dejar de mirar sus redes, de no justificar su ausencia, de no pedir explicaciones que ya no importan. Porque seguir alimentando la herida con su recuerdo solo retrasa la sanación. 

SCNHM-El corazón roto es una experiencia complicada pero con alto beneficio

La elección

Entonces te enfrentas a una elección: seguir atormentándote con lo que no fue, o comenzar a reconstruirte.

Y reconstruirse no es fácil. Es llorar en silencio y levantarte igual. Es resistir el impulso de escribirle. Es volver a ti. Es hacer del dolor algo útil: escribir, pintar, correr, gritar, hablar, sanar. Es alejarte del “qué habría pasado si…” y acercarte al “qué puedo hacer por mí ahora”. Es cortar con las falsas esperanzas. Es dejar de creer que va a cambiar, que va a volver distinto, que va a reparar lo que rompió.

Spoiler: el corazón roto no es el final

El corazón roto no es el final de nada. Es el inicio de una nueva etapa donde vas a entenderlo todo mejor. Te darás cuenta de que alguien que dice amar también puede hacer daño. Y que cuando alguien ya no quiere estar contigo, lo va a demostrar, de la peor forma si es necesario.

Se irá, y con su partida se va también la idealización que tenías, la falsa imagen que construiste, las expectativas que tú solo creaste. Te darás cuenta de que la vida no siempre da lo que quieres, pero sí lo que necesitas. Y que lo que ahora duele, mañana tendrá sentido.

Te darás cuenta de que el corazón roto no te mató. Solo te obligó a despertar, a crecer, a hacerte fuerte. Y un día, sin darte cuenta, ya no te dolerá, ya no lo esperarás, ya no lo buscarás. Te darás cuenta de que no era el indicado o la indicada, y que tú mereces a alguien que nunca te haga dudar de tu valor. Te volverás más selectivo, más claro, más firme. Ya no querrás que alguien regrese. Querrás que alguien se quede desde el principio.

Y si esa persona vuelve, recordarás algo simple: no mereces a alguien que vuelva… mereces a alguien que nunca se vaya. Porque después de un corazón roto, lo único que verdaderamente importa es cómo decides reconstruirte. Y sí: volverás a amar, volverás a confiar, volverás a poder. Porque alguien en algún lugar, escondido detrás del tiempo, ya te ama sin conocerte.

Y mientras llega, haz algo valiente: vuelve a elegirte.

11-Sin Cambios No Hay MariposasBlog 11- Episodio 13_13

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