El amor no son mariposas en el estómago, es paz en el corazón
Cuando el amor calma, no acelera
¿Nunca te ha pasado que conoces a alguien y por primera vez todo se siente en silencio, incluso cuando hay ruido?
No te acelera el corazón por nervios, te calma.
No te llena la cabeza de dudas, te despeja las que ya tenías.
No te hace sentir que tienes que “hacer algo” para gustar, te hace sentir que puedes simplemente ser.
El amor se nota en lo que ya no necesitas explicar
Cuando te dan paz, ya no tienes que justificar por qué no respondiste rápido, ni actuar diferente para agradar, ni tener miedo a decir cómo te sientes.
No te cuestionas si les importas, no te asusta ser tú, no te sientes incómodo en el silencio.
Hay personas que no hacen escándalo, pero te cambian la vida con la forma en que te escuchan.
Y eso… eso también es amor.
Acostumbrados al caos
¿Qué tanto te habías acostumbrado al caos?
A sentir que el amor duele…
Que si no duele, no es real.
Que si no te hace llorar, no es intenso.
¿Y si el amor de verdad no se siente como explosión, sino como cuando llegas a casa después de un día difícil?
¿Y si se trata más de sentir alivio, que de sentir adrenalina?
Estar con alguien que te da paz es…
Que no tienes que andar probando nada.
No tener que ganarte su atención, ni su cariño, ni su respeto.
Es saber que estás con alguien que no juega con tus emociones.
Es hablar sin miedo a que te malinterpreten.
Es pelear sin destruirse.
Es sentirte visto, no solo mirado.
Es reír sin filtros, llorar sin vergüenza, y quedarte en silencio sin incomodidad.
Es saber que si tienes un mal día, no tendrás que fingir que estás bien.
La persona que aterriza tu mundo
De verdad.
¿Quién es esa persona con la que puedes estar en silencio y no sentir incomodidad?
¿Esa persona que no te exige que cambies para que encajes?
¿Quién es esa persona que, en vez de desestabilizarte, te aterriza?
Porque a veces estamos tan acostumbrados a relaciones que nos desgastan, que cuando alguien llega con calma, pensamos que “falta algo”.
Pero no falta nada.
La paz también enamora
Y enamora diferente.
No es ese amor que te deja dormir, es el que te hace dormir mejor.
No es el que te acelera el corazón, es el que te baja el ritmo cuando todo se siente pesado.
¿Y si el amor real no te hace volar, pero sí aterrizar?
